Costa Daurada

La Costa Daurada se encuentra ubicada en la Comunidad Autónoma de Cataluña, y abarca todas las playas del litoral tarraconense. Esta región de la provincia de Tarragona es muy conocida por sus espléndidas playas de arena dorada y fina, y por su inmejorable clima.

Si bien las condiciones climáticas varían entre la costa y las zonas cercanas a las serranías, en términos generales puede decirse que sin importar la estación que fuere, la temperatura no suele llegar a extremos.

Pero no es solo agradable visitar Costa Daurada durante los meses más calientes (julio y agosto) sino también durante el otoño y la primavera, ya que además de ser reconocida por sus playas, esta localidad es famosa por albergar sitios de gran valor histórico, cultural, ecológico y paisajístico, como las Montañas de Prades y el Parque Natural del Delta del Ebro.

 

 

 

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Tarragona

Tarragona es una ciudad que merece la pena visitar para descubrir su esencia. Declarada Patrimonio de la Humanidad, la historia sale de sus piedras para cobrar vida y mostrarte el pasado de esta gran ciudad.

No hay nada como pasar el día en Tarragona, a orillas del mediterráneo, te mostrará el pasado imperial romano con la que conviven diariamente sus habitantes. Gracias a actividades de reconstrucción histórica, al trabajo de arqueólogos, historiadores y narradores se ha compartido y divulgado la gran historia de esta ciudad y solo tienes que visitarla para descubrirla.

Cenar bajo las bóvedas del circo romano, perderse por los callejones del casco antiguo donde se conserva intacta la esencia de la ciudad medieval o hacer un vermú inmerso en más de 2.000 años de historia. ¡Este es el auténtico Patrimonio de la Humanidad de Tarragona!

Hay 10 esenciales visitas que no puedes perderte si visitas Tarragona. En primer lugar, La Catedral, datada en él siglo.XII, fue construida en la parte más alta de la ciudad, cerca del templo romano de culto al emperador. Si quieres ponerte en situación, te recomendamos que vayas a ver la Maqueta de la Tarraco romana, que es una reconstrucción en miniatura de la ciudad en el siglo II a escala 1:500. El Anfiteatro romano es otra de las joyas que posee la ciudad, un edificio que destinaban a espectáculos como las luchas entre gladiadores, otros de los monumentos que te transportaran a la época romana son El Pretorio y Circo Romano, indispensable su visita.

En segundo lugar, indudablemente debes visitar sus playas de arena fina y dorada que te harán respirar el clima mediterráneo que relajará tu mente, la estética marina de la ciudad la podrás contemplar desde el Balcón del Mediterráneo, un rincón único, donde podrás disfrutar de un mirador abierto al mar sobre la playa. El Serrallo es el barrio típico de pescadores donde se subasta el pescado por la tarde, es un área pintoresca, con personalidad y muy buena para cenar en restaurantes con encanto.

Por último, cabe destacar que la ciudad moderna convive con su pasado imperial en las plazas de la Font, del Fòrum y del Rei, en las que podrás tomarte algo en las terrazas y disfrutar del ambiente de la ciudad. La Rambla Nova se ha convertido en indispensable ya que es el paseo principal de Tarragona con más de 150 años de existencia, en ella hay muchas tiendas, por lo que es perfecta para pasear, a poca distancia, está el Mercado Central, un lugar ideal para comprar productos frescos y de temporada en un ambiente típico tarragonés. Se trata de un edificio modernista.

 

El Priorat

En los siglos XI y XII, los monarcas catalano-aragoneses confiaron a los monjes la fundación de grandes centros, dotados de abundantes terrenos agrícolas, que dieron vida a la economía y la demografía de los nuevos territorios.

En Cataluña se establecieron en Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges, respondiendo a la necesidad de colonizar las tierras conquistadas a los sarracenos, despobladas y yermas, situadas en la Catalunya Nova.

El enlace de los tres monasterios a través de la conocida Ruta del Cister, creada en 1989, ha supuesto una inyección indiscutible para el turismo de las tres comarcas, Conca de Barberà, Alt Camp y Urgell, las cuales no han escatimado esfuerzos para dar a conocer unas tierras que emanan cultura, gastronomía, tradición y patrimonio.

Desde los monasterios, principal atractivo de la oferta, los viajeros recorren los distintos pueblos y villas de las tres comarcas que constituyen la Ruta del Cister.

 

 

Cambrils

Cambrils es la segunda población de la comarca del Baix Camp, en el centro de la Costa Daurada, rodeada por las sierras de Llaberia y Prades, de suaves pendientes que desembocan en el mar.

En la actualidad tiene 20.000 habitantes. Su superficie es de 34,76 km2, con una orografía uniformemente plana y una ligera pendiente hacia el mar del 2% de inclinación.

Cambrils posee el arte de convertir su herencia del mar en un placer gastronómico y de traducir su cultura mediterránea en expresión de afecto por el buen gusto.

Como prueba de este arte, saboreen algunos de los platos más tradicionales de la cocina cambrilense como los rossejats, las paellas marineras, los romescos, los suquets de peix, los púdings y patés marineros, las generosas mariscadas…, su diversidad de salsas es también exquisita, el alioli, la picada o la salsa romesco ayudan a determinar el sabor de la gran variedad de platos de pescado de la cocina marinera de Cambrils.

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Villa-Seca

La actividad turística del municipio de Vila-seca se concentra principalmente en la Pineda.

En la Pineda se puede disfrutar de un Paseo Marítimo de 2,5 km y de una playa de 3,5 km de longitud, que dispone de todos los servicios: información, vigilancia, socorrismo, área deportiva y diversión, acceso para minusválidos, quioscos, etc.

En el centro de la playa de la Pineda se encuentra el parque del Pinar de Perruquet de 25.165 m2, y que ha sido objeto de un proceso de desurbanización singular, a través de la adquisición y expropiación por parte del Ayuntamiento de Vila-seca de estos terrenos para destinarlos como parque público urbano.

 

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